El vino el moscatel está unido a la historia de Chipiona, su forma de cultivo y elaboración ha pasado de generación en generación, conservándose técnicas ancestrales que conviven hoy día con las innovaciones tecnológicas.
Tradicionalmente la elaboración se realizaba pisando las uvas en lagares situados en los propios viñedos. Las uvas se agrupaban a los pies de la prensa y se envolvía con una cinta de pleita, se realizaban los apretones en una prensa de tornillo con la fuerza de varios operarios. En el siglo XIX y XX era normal el uso de prensas verticales y de jaula, pero hoy día este proceso se ha modernizado y mejorado con la incorporación de prensas horizontales de acero inoxidable.
Obtenido el Mosto Moscatel y tras eliminar todas las impurezas se procede a su trasiego a los depósitos de fermentación, donde se le añade alcohol vínico hasta alcanzar los 15º ó 17º máximo y “apagar” la fermentación.
De la elaboración obtendremos diferentes tipos de Moscatel, en función del soleo a que se someta la uva, la adición de vinos de color, de arrope…
El tradicional es el Moscatel Dorado, sacado directamente de la uva, sin más aditivos que el alcohol vínico. El Moscatel Oscuro es el que se obtiene de la adición de vino de color al mosto moscatel. El Moscatel Pasa es el de más complicada elaboración,obtenido de la uva pasa moscatel, pero también el más peculiar.
Por último el vino se encierra en barricas, siguiendo el método de producción de soleras y criaderas. En las botas y barricas inferiores, las del suelo, se colocan los vinos más antiguos. Algunas soleras de bodegas destacadas datan del siglo XVIII.
En las filas superiores se disponen los vinos más nuevos y que ha modo de estratos ganan en antigüedad a medida que descienden y se acercan al suelo. Son las criaderas, porque es donde el vino se va criando y a través del trasiego pasa de un nivel superior a otro inferior.
Según la entrevista realizada a Manuel Lorenzo Gallegos, presidente de la Cooperativa Católico Agrícola de Chipiona, para Guía Luz, nos describe el Moscatel como un vino dulce, suave, de color caoba, de amplia gama y aterciopelado que te aporta múltiples sensaciones olfativas a flores, notas dulzones de frutos secos como pasas, higos, aromas a miel y arrope junto con tonos tostado y que en boca resulta muy elegante y sabroso, persistente y dulce.
Suelo, clima y tradición se unen dando lugar al Moscatel de Chipiona.
Una ruta por las bodegas de Chipiona la puedes encontrar en nuestra actual Guía Luz Chipiona.
Autor: Tano Guzmán (Lcdo. en Historia y natural de Chipiona )